sábado, 22 de marzo de 2014

MALDITAS TRISTES TUMBAS -PAVELIC Y LUBURIC-


              Ante Pavelic fue un disidente Yugoslavo que aprovechó la Segunda Guerra Mundial para ser el Presidente del Estado Independiente de Croacia, al menos, el tiempo que duró la contienda. Siempre apoyado por militares como el General Vjekoslav “Maks” Luburic, uno de sus más fervientes apoyos para la consecución de una Croacia, solo para croatas.
             Pavelic y Luburic, tienen también en común, que sus días acabaron en España, al amparo de la Iglesia y el Gobierno franquista. Si bien, el primero, mantuvo una corta estancia, el segundo de ellos, llegó a integrarse como un ciudadano más en nuestro país, durante casi veinticinco años, oculto de las fuerzas internacionales y del propio gobierno yugoslavo. Esta es su historia.

ANTE PAVELIC

          Con el fin de la 1ª Guerra Mundial en 1918,  el Mapa Europeo sufre distintos cambios, siendo quizá el más significativo, la desaparición del Imperio Austro-Húngaro. A resultas de esto, entre otros estados, se formó el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, conocido después como Yugoslavia (pueblo de los eslavos del sur), nación compuesta por Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro y Macedonia, bajo el mando del Rey Serbio Pedro I, siendo tras su muerte en 1921 sustituido por su hijo Alejandro I. No estaba esta unión destinada a ser de fácil convivencia, por la diversidad política, social, económica y linguistica de los pueblos que la componían. El tiempo, como ya sabemos, demostraría que fue un error con un gran coste en vidas humanas. Después de 75 años y mucha sangre, las fronteras volverían al mismo sitio.

Los croatas, de religión Ultra Católica fueron siempre los más disconformes con ese nuevo orden territorial. Una parte importante de la población no veía con buenos ojos, estar junto a los Ortodoxos Serbios, con los que históricamente tenían diferencias y no solo de religión, aparte de sentirse ninguneados por la política serbia, y con un rey de esa procedencia.

CREACION DE LA USTASHA Y ATENTADO DE ALEJANDRO I

          Ante Pavelic, era un croata de convicción extrema. Un nacionalista al uso. Un “no viajado”, que consideran el sitio donde han nacido como el ombligo del mundo. (Penoso saber que en cierta parte de España, esta subespecie aún se conserve). En Zagreb estudió derecho y llevado por sus ideales fundó el Partido Nacionalista Ustasha (ustacha). La palabra traducida al castellano, viene a significar Insurrecto, y en eso se convirtió. Un partido fascista, que defendía, incluso con métodos terroristas la supremacía étnica del pueblo croata. Cabe decir, que la inscripción en sus filas, se hacía con un juramento ante la Cruz, portando una granada, un puñal y una pistola, prometiendo la defensa de todo lo que fuera Croacia y Catolicismo con elementos “tan inocentes”.
En 1929 Alejandro I, instaura una Dictadura, promoviendo el Reino de Yugoslavia, luego de ver el mal entendimiento en el Parlamento Yugoslavo, que había desembocado en tres diputados croatas muertos, entre ellos su lider legítimo Stjepan Radic por las balas de un diputado serbio.
Pavelic, se radicaliza aún más y huye a Italia después de haber arengado al pueblo croata para levantarse en armas contra el centralismo serbio. En 1933 formó un grupo de combatientes Ustašes con apoyo italiano, para entrar en Yugoslavia por el Mar Adriático y aunque la intentona fracasó, no cundió el desánimo.

El siguiente plan, si saldría a la perfección. El 9 de octubre de 1934, el partido ustasha junto a colaboracionistas Macedonios, aprovechan el viaje a Marsella de Alejandro I, y lo asesinan junto con el Ministro de Asuntos Exteriores francés Louis de Barthou. La poca escolta, y vagas precauciones de seguridad, hicieron posible que el terrorista, pudiera acercarse a la ventana del carruaje para disparar a bocajarro.
Esta acción, sirvió de altavoz al Partido Independentista, pero provocó que perdiera el apoyo a su causa de algunos países y la desaprobación del acto por parte de los croatas moderados. Para compensar, estas pérdidas, Pavelic buscó un acercamiento al Partido Campesino, mayoritario en Croacia y al mismo tiempo,  tomó posturas antisemitas próximas al fascismo, por influencia de su protector Mussolini y el ya cada vez más influyente Hitler. El movimiento ustashe cobró más fuerza y en 1939 ya contarían con más de cuarenta mil afiliados clandestinos repartidos entre Yugoslavia y distintos países vecinos donde andaban exiliados.


CREACION DEL ESTADO INDEPENDIENTE DE CROACIA
Y en estas, estalló la II Guerra mundial. El ejército alemán se iba haciendo rápidamente dueño de europa y en Abril de 1941 entra en Yugoslavia. Parte de Croacia se anexiona a Italia y Hungría y el resto queda convertido junto con Bosnia-Herzegovina y una parte de Dalmacia, en el Estado Independiente de Croacia (NDH), siempre con la supervisión alemana, que es quien eligió al dirigente.

¿Y quíen si no, que un croata fascista?. Ante Pavelic, por esas cosas que pasan con las guerras pasó de poscríto a convertirse en Poglavnik (presidente) del Estado Independiente de Croacia implantando un régimen de partido único.
 

El número de seguidores y afiliados al partido creció tras la incorporación de militantes del Partido Campesino pero, sobre todo, entre estudiantes e intelectuales  practicantes y prelados pertenecientes a la iglesia nacionalista católica.
 

GENOCIDIO DE SERBIOS, JUDIOS Y GITANOS
Pavelic, puso en práctica los ideales de su partido, y el principal era la consecución de una Croacia étnicamente pura, para la que creo un ejército  con el principal objetivo de perseguir y exterminar a las etnias minoritarias u opuestas a su régimen.

 
 El que fue nombrado ministro de Justicia, Milovan Zanitch, habló en estos términos:
Este Estado, es sólo para los croatas y para nadie más. No habrá caminos ni medidas que los croatas no empleen para hacer nuestro país realmente nuestro, limpiando de él a todos los ortodoxos serbios. Todos aquellos que llegaron aqui hace trescientos años deben desaparecer. No ocultamos nuestras intenciones. Es la política de nuestro Estado y para su promoción lo único que haremos será seguir fielmente los principios de los ustashe.
 

Estas persecuciones se centraron principalmente en los serbios ortodoxos, muy numerosos por entonces en la región croata, que primero fueron obligados a huir del país o convertirse al catolicismo para, posteriormente, proceder a cometer matanzas, asesinatos en masa y confinamientos en campos de concentración, siendo tristemente famoso el de Jasenovac, de donde nadie consiguió salir con vida.



                                                  Las hemerotecas cuentan esta masacre, cuya crueldad, asqueó incluso a los propios nazis. (Hay suficientes documentos gráficos en la red para quien quiera ver la indignidad humana). Es evidente pensar que los judíos también fueron perseguidos y eliminados en Croacia casi por completo, los pocos que consiguieron vivir, lo hicieron huyendo a Italia. Para deshonra de nuestros reyes católicos, decir que la mayoría eran Sefardies, descendientes de esos judíos españoles que expulsaron bajo su reinado. También los crímenes alcanzaron a los gitanos, a los comunistas, a los bosnios musulmanes y a otros disidentes políticos. Unas fuentes cifran que el exterminio pudo llegar a los 400.000 individuos, otras fuentes, doblan esta cantidad.


La persecución contra todo lo que no era católico, contó con el visto bueno del clero cuando no con la participación directa, señalando en este caso a los Frailes  Franciscanos y al controvertido y sin embargo beatificado Alojzije Stepinac, por entonces arzobispo primado de Croacia, (Las religiones históricamente se han afiliado con quien las defiende y expande y suelen cerrar los ojos ante las formas empleadas para crecer).

FIN DE LA GRAN GUERRA Y VUELTA A LA UNION ESLAVA
Acabada la guerra en 1945, los Serbios y partisanos, también cometieron crímenes contra la población y los soldados croatas una vez derrotados, en venganza de las masacres cometidas, de forma que se pusieron a su altura en odio y sadismo.             
                                                                                                                         TITO   Y    STALIN
Por otro lado la política siguió su curso, disolvió el estado de Croacia, y se  recuperó el mapa anterior. La principal oposición al régimen fascista de Pavelic dentro de Croacia habían sido los partisanos comunistas del Ejército de Liberación Nacional, dirigido por Josip Broz Tito, así, con el apoyo soviético, o lo que era lo mismo, la aprobación del omnipresente Stalin, este revolucionario campesino, llegó a ser el Mariscal Tito y puesto al frente del gobierno de Yugoslavia a la que con mayor o menor acierto mantuvo unida mientras vivió. Su muerte en 1980, sería el principio del fin de esta unión y doce años después, empezaría su sangrienta disolución volviendo a las fronteras de 1918, pero ahora como países independientes y tras un nuevo resurgimiento del odio visceral entre croatas y serbios, con las consabidas matanzas que nos trasmitieron los telediarios, entre los años 1991 al 1993.

HUIDA Y MUERTE
                                                                                                                 
Pavelic consigue huir apoyado por frailes y disfrazado como uno de ellos, se refugia temporalmente en Austria e Italia  donde los miembros de la Iglesia católica lo ocultaron. Su estancia en Roma era conocida por el cuerpo de inteligencia americano, pero no estaban al parecer interesados en la detención de ningún anticomunista de zonas del este de Europa, debido a la creciente tensión con el bloque soviético. Seis meses más adelante, huyó a Argentina, donde al igual que en su primera huida a Austria, es ayudado por la iglesia católica arribando como sacerdote con el falso nombre de Pablo Aranyos.
En Argentina, permaneció prácticamente el resto de su vida,  ejerciendo funciones tales como Consejero en Seguridad del Presidente, Juan Domingo Perón, asesorándolo de paso  en la represión de la oposición. Igualmente contribuyó a facilitar miles de visados a croatas que huyeron del régimen comunista impuesto por Tito en Yugoslavia, y que vivieron plácidamente en el país sudamericano.


En abril de 1957, fue víctima de  dos atentados, sin que la autoría haya quedado muy clara al día de hoy. La teoría más creíble es que fue el gobierno del mariscal Tito por medio de sus servicios de inteligencia,  otra teoría, dice que estaban detrás los propios opositores de Perón y otra, asegura que fue su propio Partido Ustasha, que convertido ahora al nombre de Movimiento de Liberación o Resistencia Nacional Croata, ya no veían a Pavelic como un referente. Tras estos atentados, decide refugiarse primero en Paraguay bajo el gobierno militar de Stroeesner y después marcha hacia España, donde muere, eso si¡¡, con la bendición del Papa Juan XXIII, a finales de 1958 en el hospital alemán de Madrid. Hospital Alemán? Como no¡¡
 
En el cementerio de San Isidro, “viven” sus restos, junto a los de su esposa e hijo. Nunca faltan en la tumba flores, velas o detalles patrios, porque muchos en la Croacia ya independiente, no olvidan que el fue el primer padre del país. Sin embargo, parecen no recordar su genocidio, o tal vez si, y lamentablemente los justifiquen.
 
VJEKOSLAV “MAKS” LUBURIC
 
 

Luburic, era un destacado componente del Movimiento Ustashe, al que siendo niño, la policía serbia dejó sin padre, lo cual generó en él un odio enfermizo hacia todo habitante de ese país. Llego a ser Jefe de la Tercera División de la Policía de Seguridad y amigo personal de Pavelic. A los treinta años, ya era coronel y  máximo dirigente de los campos de concentración que creó el gobierno croata desde 1941 a 1945, en los que se asesinaron a miles de personas. El más famoso de ellos, era el de  Jasenovac, donde empleo a su hermana Nada Luburic, que se casaría posteriormente con Dinko Sakic, comandante del Campo. Ella, era la encargada de los módulos específicos para mujeres y niños.
En una “clase magistral de economía”, osea,  de sadismo,  Luburic ordenó que el genocidio se hiciera degollando o machacando el cráneo con mazas, para evitar así el gasto de munición, ganándose por ideas tales, el apodo de “Maks el Carnicero”.  Como ya sabemos, las víctimas eran principalmente judíos y serbios ortodoxos. Es por eso, que una vez que los aliados recuperan los territorios, muchos ustashes escaparon, protegidos por la Iglesia católica
 
 
 HUIDA TRAS LA PERDIDA DE LA GUERRA
Vjekoslav Luburic, huye primero hacia Hungría, y tras una corta estancia llega a Italia, donde lo “uniforman” de Franciscano y de esta guisa, pasa por Francia y llega a España, concretamente a Valencia, donde además del poder religioso, contaba con el cuidado del poder militar al frente del cual se encontraba un antiguo conocido de la División Azul, el General Agustín Muñoz Grandes.  Se hospeda primero en el Monasterio Franciscano de Gilet,  de allí pasa dos años en un sitio desconocido de Moraira, para posteriormente establecerse durante diez años en la pequeña población de  Benigànim,  dedicado a la  explotación de una granja avícola.

 

Se casó con Isabel Hernaiz, hija de un acaudalado industrial vasco,  tuvo cuatro hijos y se convirtió en una persona querida y respetada, por los vecinos, al que había sido presentado como Vicente López García, aunque todos hablaban de él como el “General Polaco”, ante la obviedad de que era extranjero y probablemente militar ante el respeto y sumisión hacia él de la guardia civil
LLEGADA Y VIDA EN CARCAIXENT
 Como era de sospechar, por su mal carácter,  a los pocos años su matrimonio termina haciendo aguas y es en esta parte de la historia, donde aparece el Padre Oltra, religioso, confesor de Franco,  que trajo de vuelta a la División Azul y con toda probabilidad una de los personajes que más contribuyeron al exilio de fascistas a la zona mediterránea tras la segunda guerra mundial.
                                  EL PADRE OLTRA SENTADO EN EL CENTRO
Con esos padrinos, Luburic, consigue la patria potestad de sus hijos, algo increíble en esa época y además, muda su residencia a Carcaixent, localidad en la que el primero era el Superior de la Orden Franciscana, y se queda a vivir ¡que casualidad¡ en la misma calle Santa Ana, donde esta orden, tenía su Convento y Colegio.

                               LUBURIC HABITO LA CASA DE TRES PLANTAS.

Auspiciado por el poder político y religioso, el pueblo lo acoge sin mayor problema, pero difícilmente consigue que lo llamen D. Vicente salvo en las cortas distancias, porque igual que pasó en Beniganim, pronto es conocido como “el Polaco” cuando la gente hablaba del extranjero que había llegado al pueblo. Hoy en día, ese apelativo se ha ido con sus contemporáneos y ahora  es conocido como “el croata”.
                                   LUBURIC, TRAS DE UN CORTEJO FALLERO EN CARCAIXENT
           
En Carcaixent se ganó el respeto de todos y pasó a ser uno más. Su tiempo lo empleaba en sus hijos, a los que educaba junto a una vecina que contrato para su cuidado, aunque recibían las visitas de su  madre, o la visitaban a veces en Beniganim. No faltaba a ningún acto religioso o festivo-social de la ciudad, tenía largas charlas de cafés matinales con el Padre Oltra y pasaba algún  rato en la Peña Deportiva que al día de hoy todavía puede visitarse  en la misma calle donde residía.

Obviamente, su vida no iba a ser contemplativa, por tanto, en los bajos de su vivienda montó una imprenta, donde imprimía propaganda independentista croata, la revista Drina, (nombre de una de sus hijas). Drina es el rio que sirve de frontera natural entre Bosnia y Serbia.

Luburic creó la Resistencia Nacional Croata, una organización que mantenía múltiples contactos con todos los croatas exiliados, cuyo objetivo era la disolución de Yugoslavia y la independencia de Croacia.
Bajo el nombre clave de general Drinjanin, Luburic era el comandante en jefe de esta organización, también bautizada como Fuerzas Armadas de Croacia, contando con voluntarios repartidos por todo el mundo, dispuestos a librar su país de comunistas, siendo los penosos “inventores”, como altavoz de su existencia,  de actos de terrorismo, como el secuestro de aviones. Estas acciones serían lamentablemente imitadas con posterioridad por terroristas musulmanes para otras reivindicaciones.
LLEGADA DE STANIC Y ASESINATO

En 1967 recibió la visita de Ilija Stanic Livaja, un joven de algo más de veinte años, hijo de un antiguo combatiente ustashe. Stanic cuenta a Luburic que había huido de Yugoslavia por su inconformismo con la política del Mariscal Tito. Con su aspecto afable, su tono extrovertido y su discurso independentista y un padre muerto a manos del ejército comunista, pronto es empleado en la imprenta, incluso hasta tal punto se gana la confianza del general, que este le ruega se instale en su vivienda, para hacerle las veces de cocinero y casi asistente personal. Del mismo modo, Ilija, pronto encuentra amigos en el pueblo, aprende con cierta corrección el español y corteja a una joven de la localidad.


El caso es que en abril de 1969,  casi dos años después de la llegada de Stanic a Carcaixent, Vjekoslav Luburic es asesinado en su domicilio golpeado con una barra de hierro en la cabeza. Todas las sospechas del crimen, caen sobre Ilija Stanic, quien desaparece tras el suceso. Luego se supo que  llegó a Yugoslavia donde confesó el crimen y fue considerado un héroe nacional. Su policía secreta, la (UDBA) y el régimen del Mariscal Josip Broz Tito, se apuntaron un tanto ante las ansias independentistas de los croatas. Bastantes años después, en 1994 una vez disuelta Yugoslavia, Ilija Stanic ha cambiado la versión de lo sucedido. Dice, que fue víctima de un complot urdido por el propio movimiento independentista croata, que  quienes asesinaron a Luburic, fue una facción del partido detrás de la que andaba la esposa de Pavelic, además de que el pasado de Luburic, incomodaba demasiado de cara al reconocimiento internacional de la posición Independentista croata.



 
               Ilija Stanic, contó, que dos  activistas croatas, le convencieron para acercarse al general, interrogarle y saber si había tenido algo que ver en el atentado a Pavelic un año antes en Argentina y que les facilitó el encuentro, pues las relaciones con el General Luburic se habían deteriorado, por su mal carácter y algunos comentarios hirientes que hizo sobre su padre,  pero jura que nunca supo que la verdadera intención era asesinarlo y que por supuesto no participó en el crimen. Lo aceptó como parte de su suerte, sin poner excesivos reparos a lo acontecido y huyó porque era evidente que la justicia española le acusaría directamente. Los asesinos dijeron que se pondrían en contacto con él, pero de ellos, nunca más se supo.
Sin tener donde ir y tras deambular en distintos días por varios países, dedujo que La Resistencia Nacional Croata, nunca reivindicaría haber matado a uno de los suyos, y que en todo caso de hacerlo, él sería la cabeza de turco,  por tanto decidió jugárselo todo a cara o cruz, volviéndose a Yugoslavia y confesándose autor del crimen. Es obvio que salió cara, aunque reconoce que vivió durante mucho tiempo en una mentira, que no obstante le permitió seguridad y vida holgada. Indudablemente es una historia, que con más matices puede resultar creíble, pero igualmente resulta creíble, que traicionara la memoria de su padre, y se vendiera al servicio secreto yugoslavo, matando o ayudando a matar a Luburic. Allá su conciencia y su verdad.

El caso es que D. Vicente López García, pudo desenmascararse, el General Drinjanin también. Los dos eran realmente el General Vjekoslav Luburic, o "Mask el Carnicero" tan buscado en su momento por las fuerzas alidadas acusado de crímenes de lesa humanidad. Al entierro, acudió una buena delegación croata, aparte de todos sus protectores en Carcaixent y resto de España. Curiosamente la esposa de Pavelic, nadie sabe si acudió. ¿Sera que no fue?.

VISITA A SU TUMBA
En el cementerio de esta localidad, preguntamos a un operario por la tumba de Vjekoslav Luburic, dudó, y hubo que repetirle el nombre. ¿Se refieren al Croata?,  Si claro¡. Pues miren por allí delante.

La habíamos pasado de largo, pero es fácil de ver, porque está situada a la izquierda, conforme se entra al campo santo. Es una tumba de las pocas que hay sobre la tierra, con una lápida ya desgastada por el tiempo. Sobre ella, en alfabeto croata, dice:
Aquí descansa en paz, el caballero Viekoslav Luburic general de las Fuerzas Armadas de Croacia.
 

 
Ya en la población de Carcaixent, hicimos acopio de naranjas. La gente por lo general, no fue excesivamente amigable si se les preguntaba por “el croata” o el Polaco. Eso si, nadie, lo recuerda mal. Allí, fue un benefactor, un hijo adoptivo. Les cuesta creer que tras aquella fachada de ciudadano ejemplar, se esconda una historia tan macabra. Hasta cierto punto, unos prefieren olvidarla, otros suavizarla, y algunos, no creerla tapando al tiempo su decepción. Pero,  no les queda más remedio que aceptar que parte de la vida del personaje les pertenece igual que sus restos, hasta que Croacia decida llevárselos junto a los de Pavelic, para nombrarlos “orgullo de la patria”.  Dicho queda.

 
 
 JULIAN MARTINEZ ARRIBAS. Miembro del Internacional C.C. Andermatt
























 


7 comentarios:

  1. Saludos desde México. Felicitaciones por su artículo. ¿Sabe cuándo y en qué condiciones murió Velimir Pavelic, hijo de Ante Pavelic?

    Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  2. Saludos. Ya tengo el dato sobre Velimir Pavelic.

    Otra pregunta, ¿Sabe donde está enterrado Krunoslav Draganovic? Sé que en Sarajevo, pero desconozco si yace enterrado en un monasterio o en un cementerio público.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Me alegra que haya reconocido tácitamente que hay una parte de España que se cree el ombligo del mundo Y no soporta la diferencia. Y que achaque eso al hecho de no viajar. Ya sabemos que el españolismo rancio y casposo ha hecho mucho d'acord y provocado muchas muertes durante el siglo XX a ver si ciertos sectores se abren más al mundo durante el XXI.

    ResponderEliminar
  4. Me alegra que haya reconocido tácitamente que hay una parte de España que se cree el ombligo del mundo Y no soporta la diferencia. Y que achaque eso al hecho de no viajar. Ya sabemos que el españolismo rancio y casposo ha hecho mucho d'acord y provocado muchas muertes durante el siglo XX a ver si ciertos sectores se abren más al mundo durante el XXI.

    ResponderEliminar
  5. hola Jota. Mi nombre es Javier. Estoy escribiendo una novela de detectives y me interesa mucho la historia de Lurubic. Que acabara en España y su asesinato. Estoy recabando información sobre su "trabajo" en Jasenovac. ¿Podrías ayudarme?. Gracias y un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Recién acabo de ver la peli "Dara iz Jasenovca" (Dara de Jasenovca).....se relata el sadismo del hijo de puta y bien asesinado Vjekoslav “Maks” Luburic....y sobretodo el apoyo a la matanza étnica por la degenerada iglesia católica, que además de esto, emitia salvoconductos para genocidas nazis , en especial, hacia la Argentina. Es muy bien conocido que la seguridad personal de Perón, la manejaban los "Ustachas". El libro "Ustashas, el ejército nazi de Perón y el Vaticano" por Ignacio Montes de Oca, lo describe muy bién, incluso, los Croatas que quedaron en el gobierno de Menem, traficaron toneladas de armas a Croacia....

    ResponderEliminar
  7. Conocí a Drina Luburic,educadisima persona

    ResponderEliminar